Cheesecake japonés o tarta de queso que tiembla

Cheesecake japonés o tarta de queso que tiembla

Panadería y Repostería 24 Última actualización: Oct 06, 2025 Creado: Oct 06, 2025
Cheesecake japonés o tarta de queso que tiembla
  • Sirve: 10 Personas
  • Tiempo Preparación: 25 minutos
  • Tiempo Cocción: 90 minutos
  • Calorías: 290
  • Dificultad: Medio
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El cheesecake japonés, también conocido como tarta de queso que tiembla, es uno de los postres más esponjosos y suaves del mundo. A diferencia del cheesecake tradicional, esta versión se caracteriza por su textura ligera y aireada, parecida a una nube, que literalmente tiembla al cortarla.
El secreto está en el batido de claras a punto de nieve y en la cocción lenta al baño maría, que hace que el pastel quede húmedo, tierno y con un sabor equilibrado entre dulce, ácido y cremoso. Perfecto para disfrutarlo solo, con frutas frescas o un toque de azúcar glas por encima.
Esta receta casera te enseñará cómo lograr ese resultado perfecto paso a paso, con ingredientes simples y resultados de pastelería profesional. Ideal para sorprender en casa o preparar en ocasiones especiales.

Ingredientes

Instrucciones

  1. Precalienta el horno a 160 grados con calor arriba y abajo. Si no tienes esta función, usa calor solo por abajo para evitar que se dore demasiado.
  2. Separa las yemas de las claras. Guarda las claras en la nevera mientras preparas la mezcla principal.
  3. En un cazo coloca la leche, la mantequilla, el queso crema y la mitad del azúcar. Calienta a fuego medio hasta que se derritan y la mezcla quede suave y sin grumos.
  4. Retira del fuego y añade la ralladura y el zumo de limón. Agrega las yemas y una pizca de sal, mezclando con suavidad.
  5. Tamise la harina y añádela poco a poco a la mezcla anterior, removiendo con una espátula hasta obtener una masa cremosa y homogénea.
  6. Bate las claras hasta que comiencen a formar espuma. Añade poco a poco el resto del azúcar y el zumo de limón mientras sigues batiendo, hasta obtener picos suaves (ni muy blandos ni demasiado firmes).
  7. Incorpora un tercio de las claras a la masa principal y mezcla con movimientos envolventes de abajo hacia arriba. Luego agrega el resto de las claras y repite con cuidado, sin batir demasiado para no perder el aire.
  8. Forra el fondo de un molde redondo con papel para hornear y vierte la masa. Usa un palillo para hacer pequeños movimientos en espiral y eliminar burbujas. Da unos golpecitos suaves al molde sobre la mesa.
  9. Coloca el molde dentro de otro más grande y añade agua caliente hasta cubrir un tercio del molde interno. Esto creará el baño maría.
  10. Hornea durante 40 minutos a 160 grados. Luego baja la temperatura a 130 grados y hornea otros 40 minutos.
  11. Apaga el horno y deja el pastel dentro con la puerta cerrada por 15 minutos. Después, saca el molde y deja reposar otros 10 minutos.
  12. Despega con cuidado los bordes con un cuchillo y desmolda. Sirve templado o frío. Verás cómo tiembla suavemente al moverse, y su textura es tan ligera que se derrite en la boca.
Consejo del Chef
  1. Para lograr ese temblor característico, evita sobrebatir las claras y asegúrate de mantener el baño maría con suficiente agua caliente durante toda la cocción. Si deseas un toque diferente, puedes añadir unas gotas de esencia de vainilla o acompañarlo con mermelada de frutos rojos.

Cheesecake japonés o tarta de queso que tiembla



  • Sirve: 10 Personas
  • Tiempo Preparación: 25 minutos
  • Tiempo Cocción: 90 minutos
  • Calorías: 290
  • Dificultad: Medio

El cheesecake japonés, también conocido como tarta de queso que tiembla, es uno de los postres más esponjosos y suaves del mundo. A diferencia del cheesecake tradicional, esta versión se caracteriza por su textura ligera y aireada, parecida a una nube, que literalmente tiembla al cortarla.
El secreto está en el batido de claras a punto de nieve y en la cocción lenta al baño maría, que hace que el pastel quede húmedo, tierno y con un sabor equilibrado entre dulce, ácido y cremoso. Perfecto para disfrutarlo solo, con frutas frescas o un toque de azúcar glas por encima.
Esta receta casera te enseñará cómo lograr ese resultado perfecto paso a paso, con ingredientes simples y resultados de pastelería profesional. Ideal para sorprender en casa o preparar en ocasiones especiales.

Ingredientes

Instrucciones

  1. Precalienta el horno a 160 grados con calor arriba y abajo. Si no tienes esta función, usa calor solo por abajo para evitar que se dore demasiado.
  2. Separa las yemas de las claras. Guarda las claras en la nevera mientras preparas la mezcla principal.
  3. En un cazo coloca la leche, la mantequilla, el queso crema y la mitad del azúcar. Calienta a fuego medio hasta que se derritan y la mezcla quede suave y sin grumos.
  4. Retira del fuego y añade la ralladura y el zumo de limón. Agrega las yemas y una pizca de sal, mezclando con suavidad.
  5. Tamise la harina y añádela poco a poco a la mezcla anterior, removiendo con una espátula hasta obtener una masa cremosa y homogénea.
  6. Bate las claras hasta que comiencen a formar espuma. Añade poco a poco el resto del azúcar y el zumo de limón mientras sigues batiendo, hasta obtener picos suaves (ni muy blandos ni demasiado firmes).
  7. Incorpora un tercio de las claras a la masa principal y mezcla con movimientos envolventes de abajo hacia arriba. Luego agrega el resto de las claras y repite con cuidado, sin batir demasiado para no perder el aire.
  8. Forra el fondo de un molde redondo con papel para hornear y vierte la masa. Usa un palillo para hacer pequeños movimientos en espiral y eliminar burbujas. Da unos golpecitos suaves al molde sobre la mesa.
  9. Coloca el molde dentro de otro más grande y añade agua caliente hasta cubrir un tercio del molde interno. Esto creará el baño maría.
  10. Hornea durante 40 minutos a 160 grados. Luego baja la temperatura a 130 grados y hornea otros 40 minutos.
  11. Apaga el horno y deja el pastel dentro con la puerta cerrada por 15 minutos. Después, saca el molde y deja reposar otros 10 minutos.
  12. Despega con cuidado los bordes con un cuchillo y desmolda. Sirve templado o frío. Verás cómo tiembla suavemente al moverse, y su textura es tan ligera que se derrite en la boca.
  13. - Consejo del Chef
  14. Para lograr ese temblor característico, evita sobrebatir las claras y asegúrate de mantener el baño maría con suficiente agua caliente durante toda la cocción. Si deseas un toque diferente, puedes añadir unas gotas de esencia de vainilla o acompañarlo con mermelada de frutos rojos.

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