- Sirve: 12 Personas
- Tiempo Preparación: 50 min
- Tiempo Cocción: -
- Calorías: 280
- Dificultad:
Medio
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Este pastel de mousse de fresón y mascarpone es una combinación perfecta de frescura, suavidad y sabor. La base crujiente de galletas con cacao en polvo contrasta deliciosamente con el relleno de mousse de fresas naturales, nata montada y quesos suaves. Se trata de un postre frío, ideal para celebraciones o días calurosos, donde el dulzor natural del fresón maduro se potencia con el toque cremoso del mascarpone y la elegancia de una presentación final decorada con más frutas frescas. Fácil de preparar y sin horno, es una opción vistosa y muy sabrosa para compartir en familia.
Ingredientes
Instrucciones
- Mezclamos las galletas picadas con la mantequilla fundida, el cacao y 1 cucharada de agua. Después, forramos con esta masa el fondo y los lados de un molde desmontable de silicona de 22-24 cm de diámetro y presionamos, con la punta de los dedos, hasta formar una capa de grosor uniforme.
- Preparamos la mousse. Remojamos la gelatina 5 minutos en agua fría. Mientras tanto, lavamos los fresones; les retiramos el pedúnculo y las hojitas, los trituramos y pasamos este puré por un colador.
- En un cuenco, disponemos los dos tipos de queso junto con el azúcar y la vainilla, y los batimos hasta obtener una crema fina.
- Separamos 100 g de esta crema, la introducimos en una manga pastelera con boquilla estriada y la reservamos en la nevera.
- Añadimos al resto de la crema de queso el puré de fresones y unas gotas de colorante rojo. Escurrimos bien la gelatina, la disolvemos en 45 ml de agua caliente y la mezclamos con la crema. Por último, montamos la nata y la incorporamos también.
- Vertemos la preparación anterior en el molde con la masa de galleta y dejamos cuajar en la nevera al menos 4 horas. Pasado ese tiempo, desmoldamos la tarta y la decoramos con rosetones de crema, con la manga pastelera, y los fresones, lavados y secos.
Nuestro consejo- Las galletas se trituran fácilmente pasándoles el rodillo varias veces por encima.
Pastel de mousse de fresón y mascarpone
- Sirve: 12 Personas
- Tiempo Preparación: 50 min
- Tiempo Cocción: -
- Calorías: 280
- Dificultad:
Medio
Este pastel de mousse de fresón y mascarpone es una combinación perfecta de frescura, suavidad y sabor. La base crujiente de galletas con cacao en polvo contrasta deliciosamente con el relleno de mousse de fresas naturales, nata montada y quesos suaves. Se trata de un postre frío, ideal para celebraciones o días calurosos, donde el dulzor natural del fresón maduro se potencia con el toque cremoso del mascarpone y la elegancia de una presentación final decorada con más frutas frescas. Fácil de preparar y sin horno, es una opción vistosa y muy sabrosa para compartir en familia.
Ingredientes
Instrucciones
- Mezclamos las galletas picadas con la mantequilla fundida, el cacao y 1 cucharada de agua. Después, forramos con esta masa el fondo y los lados de un molde desmontable de silicona de 22-24 cm de diámetro y presionamos, con la punta de los dedos, hasta formar una capa de grosor uniforme.
- Preparamos la mousse. Remojamos la gelatina 5 minutos en agua fría. Mientras tanto, lavamos los fresones; les retiramos el pedúnculo y las hojitas, los trituramos y pasamos este puré por un colador.
- En un cuenco, disponemos los dos tipos de queso junto con el azúcar y la vainilla, y los batimos hasta obtener una crema fina.
- Separamos 100 g de esta crema, la introducimos en una manga pastelera con boquilla estriada y la reservamos en la nevera.
- Añadimos al resto de la crema de queso el puré de fresones y unas gotas de colorante rojo. Escurrimos bien la gelatina, la disolvemos en 45 ml de agua caliente y la mezclamos con la crema. Por último, montamos la nata y la incorporamos también.
- Vertemos la preparación anterior en el molde con la masa de galleta y dejamos cuajar en la nevera al menos 4 horas. Pasado ese tiempo, desmoldamos la tarta y la decoramos con rosetones de crema, con la manga pastelera, y los fresones, lavados y secos.
- - Nuestro consejo
- Las galletas se trituran fácilmente pasándoles el rodillo varias veces por encima.
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