- Sirve: 12 Personas
- Tiempo Preparación: 90 min
- Tiempo Cocción: 10 min
- Calorías: 280
- Dificultad:
Medio
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Los sueños fritos esponjosos son un clásico de la repostería casera, perfectos para acompañar un café o disfrutar como postre. Su textura ligera, su interior suave y su delicado sabor a vainilla y ralladura de limón los convierten en una delicia irresistible. Preparados con una masa fermentada que se fríe hasta dorar y se espolvorea con azúcar glas, estos dulces tradicionales se caracterizan por su aroma y suavidad. Además, puedes rellenarlos con crema pastelera, dulce de leche o chocolate para darles un toque aún más especial. Una receta sencilla, económica y perfecta para disfrutar en familia o compartir en celebraciones.
Ingredientes
Instrucciones
- Activar la levadura: En un bol mezcla la levadura con 50 g de harina y ¼ de vaso de leche tibia. Deja reposar 15 minutos hasta que burbujee y se active.
- Preparar la masa: Agrega el azúcar, los huevos, la vainilla, la ralladura y la mantequilla blanda. Incorpora poco a poco la harina restante y la leche tibia hasta formar una masa.
- Amasa durante 10 a 15 minutos hasta que quede suave y elástica. Cubre con un paño y deja reposar 30 minutos.
- Formar los sueños: Divide la masa en porciones de unos 40 a 50 g. Forma bolitas y colócalas sobre papel manteca.
- Cubre nuevamente y deja fermentar 40 a 50 minutos, hasta que doblen su tamaño.
- Freír los sueños: Calienta abundante aceite a 170 °C. Fríe en tandas, girándolos para que se doren por ambos lados (2 a 3 minutos por lado).
- Escurre sobre papel absorbente.
- Dar el toque final: Espolvorea con azúcar glas o pásalos por una mezcla de azúcar y canela mientras estén calientes.
- Opción de relleno: Si deseas, haz un corte lateral y rellénalos con crema pastelera, dulce de leche o crema de chocolate usando una manga pastelera.
Sueños fritos esponjosos y dulces
- Sirve: 12 Personas
- Tiempo Preparación: 90 min
- Tiempo Cocción: 10 min
- Calorías: 280
- Dificultad:
Medio
Los sueños fritos esponjosos son un clásico de la repostería casera, perfectos para acompañar un café o disfrutar como postre. Su textura ligera, su interior suave y su delicado sabor a vainilla y ralladura de limón los convierten en una delicia irresistible. Preparados con una masa fermentada que se fríe hasta dorar y se espolvorea con azúcar glas, estos dulces tradicionales se caracterizan por su aroma y suavidad. Además, puedes rellenarlos con crema pastelera, dulce de leche o chocolate para darles un toque aún más especial. Una receta sencilla, económica y perfecta para disfrutar en familia o compartir en celebraciones.
Ingredientes
Instrucciones
- Activar la levadura: En un bol mezcla la levadura con 50 g de harina y ¼ de vaso de leche tibia. Deja reposar 15 minutos hasta que burbujee y se active.
- Preparar la masa: Agrega el azúcar, los huevos, la vainilla, la ralladura y la mantequilla blanda. Incorpora poco a poco la harina restante y la leche tibia hasta formar una masa.
- Amasa durante 10 a 15 minutos hasta que quede suave y elástica. Cubre con un paño y deja reposar 30 minutos.
- Formar los sueños: Divide la masa en porciones de unos 40 a 50 g. Forma bolitas y colócalas sobre papel manteca.
- Cubre nuevamente y deja fermentar 40 a 50 minutos, hasta que doblen su tamaño.
- Freír los sueños: Calienta abundante aceite a 170 °C. Fríe en tandas, girándolos para que se doren por ambos lados (2 a 3 minutos por lado).
- Escurre sobre papel absorbente.
- Dar el toque final: Espolvorea con azúcar glas o pásalos por una mezcla de azúcar y canela mientras estén calientes.
- Opción de relleno: Si deseas, haz un corte lateral y rellénalos con crema pastelera, dulce de leche o crema de chocolate usando una manga pastelera.
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